DEPRESIÓN
¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?
La depresión es el trastorno psicológico que afecta a más personas. Aproximadamente el 10% de la población sufrirá algún episodio de depresión en algún momento de su vida. Cuando una persona está deprimida pierde el interés por realizar actividades y tiene un sentimiento constante de tristeza. Cuando una persona está deprimida su cabeza se llena de pensamientos negativos sobre sí mismo, los demás y sobre el mundo en general, pudiendo incluso pensar que no vale la pena vivir y tener pensamientos de suicidio.
Reserva tu cita aquí
Hay que saber diferenciar entre la tristeza normal y la depresión. La tristeza normal es una respuesta emocional que podemos experimentar en momentos puntuales, por ejemplo un recuerdo de un familiar fallecido, pero al poco rato volvemos a nuestro estado de reposo. La depresión es un concepto clínico donde se producen una serie de síntomas concretos y estos duran al menos dos semanas seguidas.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN?
Los principales síntomas son el estado de ánimo triste, llorar frecuentemente, falta de apetito, problemas de sueño, falta de concentración y memoria, apatía (falta de ganas de hacer cosas) y anhedonia (no se experimenta placer al hacer cosas que nos gustaban), presencia de pensamientos negativos, sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en los fracasos personales, lentitud para pensar, hablar o moverse y sensaciones corporales desagradables como fatiga o dolor de cabeza.
¿POR QUÉ NOS DEPRIMIMOS?
El estado de ánimo es como una balanza entre las cosas positivas y negativas que nos ocurren. La depresión se puede causar por muchas causas diferentes.
Lo más normal es que una persona se deprima por que en su contexto personal se ha producido un cambio donde se ha perdido algo importante. Es lo que llamamos pérdida de reforzadores. Ejemplo de esto sería cuando perdemos un empleo o un pareja. Un reforzados es todo aquello que no hace feliz. Hay veces que una persona no tiene «motivos de peso» para estar triste y aún así está deprimido. Esto es por que en su rutina habitual se encuentra con un contexto vacío de reforzadores o por que vive en un ambiente poco estimulante. Hay otra veces que si perdemos cosas «importantes para todos» con la salud en casos de enfermedad. La autoestima también es un concepto muy relacionado con la depresión. Si nos valoramos o percibimos con inferiores a la media tenderemos a estar tristes.
Otras veces nos deprimimos por la acumulación de sucesos aversivos o negativos. Este sería el caso de una persona que tiene muchas experiencias negativas en un corto espacio de tiempo.
También nos deprimimos por cambios hormonales como es el caso de las semanas después del parto, la menopausia o problemas de tiroides. Así como cambios estacionales que afectan nuestros ciclos del sueño.
¿QUÉ PODEMOS HACER CUANDO ESTAMOS DEPRIMIDOS?
En algunas ocasiones, igual que se produce un cambio en el ambiente donde perdemos algo valioso, se puede producir otro cambio espontáneo que recupere nuestros reforzadores y empezaremos a sentirnos mejor.
En la mayoría de las ocasiones somos nosotros los que tenemos que buscar ese cambio. Estos momentos son los que nos tenemos que acercar a amigos y familiares, hacer cosas que nos gusten con frecuencia, aunque al principio no nos apetezca, buscar actividades u objetivos nuevos que mejoren nuestra autoestima, etc.
Cuando pasa el tiempo y no mejoramos lo mejor es ponerse en manos de un especialista para recibir una evaluación y un tratamiento adecuado. Las terapias psicológicas actuales está muy desarrolladas y te pueden ayudar bastante. En ellas el profesional te orientará para mejorar los aspectos que estén provocando tu depresión. Algunos ejemplos serían ayudarte a recuperar actividades, aplicar terapias cognitivas para los pensamientos negativos, mejorar calidad de sueño, reducir estrés, mejorar habilidades sociales o autoestima, etc. La verdad es que en cada persona habrá unos factores más importantes que otros y será un proceso muy personal.