
7 septiembre, 2023
Nuevo artículo en la Web de Onda Cero
La fobia social es el segundo trastorno de ansiedad más común en la población, por detrás de la agorafobia-pánico. Los estudios indican que entre el 1,5 y el 3% de la población sufren de este tipo de ansiedad. Posiblemente el número sea mayor, puesto que esos mismo estudios, estiman que el 20% de la población general sería tímida, y dentro de este número, seguro que hay muchas personas que cumplen con los criterios de fobia social.
La edad de aparición suele ser a finales de la adolescencia y principios de la edad adulta, pero la edad media en que se busca ayuda profesional suele ser entre los 27 y 34 años de edad. Si se busca ayuda tan tarde puede ser por diferentes motivos: es difícil diferenciar la timidez normal con la fobia social, que la persona considere que es su forma de ser y por lo tanto incambiable, o por la propia dificultad que supone para estos pacientes exponerse a personas nuevas y contar los que les ocurre.
Los datos indican que este tipo de ansiedad le ocurre con más frecuencia a las mujeres, pero los hombres acuden más a terapia.
Aproximadamente entre el 30 y el 50% de las personas con fobia social presentan síntomas de depresión. El abuso de alcohol y de ansiolíticos también se relacionan con este problema. Se estima que un 20% abusa de estas sustancias. No significa que sean alcohólicos o adictos, sino que utilizan esta estrategia para inhibir la ansiedad y sentirse mejor a corto plazo, con el riesgo que esto supone para su salud.
La fobia social o ansiedad social, es un miedo desproporcionado a relacionarse con otras personas. La persona está convencida de que actuará de forma inadecuada o embarazosa y será humillante. A esto le acompaña una serie de sensaciones fisiológicas como taquicardia, sudor, temblor de manos, etc. Las personas se protegen de esto evitando afrontar situaciones en las que se van a sentir así o realizan maniobras defensivas para disimular o evitar que los demás se den cuenta.
Básicamente lo que ocurre es que estas personas creen que por su ejecución social van a recibir un juicio muy negativo de los demás y los rechazarán, y por lo tanto, harán lo que puedan para evitar esto.
Las situaciones que se suelen evitar es: asistir a fiestas, reuniones sociales, hablar en público, comer, beber o escribir en público, pedir información o favores, relacionarse con figuras de autoridad, etc.
Se habla de fobia social específica cuando hay miedo a situaciones específicas, como hablar en público. Y fobia social generalizada cuando las situaciones que evitan son prácticamente todas las que no impliquen relacionarse con personas «seguras» como familiares o amigos muy cercanos.
Para entender bien la fobia social, vamos describir su tres elementos:
Sabiendo sus componentes podemos estructurar los tratamientos. La terapia que más ha demostrado su eficacia es la cognitivo- conductual. Es un trastorno que tiene buen pronóstico si se completan los tratamientos.
Es imprescindible hacer una evaluación completa de la persona para averiguar cuales son sus factores de vulnerabilidad. Por lo general lo que se trabaja es:
Como conclusión me gustaría decir que es un trastorno que se puede superar, pero hay que poner de nuestra parte y confiar en los especialistas. También te puede ser de ayuda compartir tus experiencias con personas similares en páginas de autoayuda como curarlafobiasocial.com
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